Entre las arritmias cardíacas más graves se encuentran los bloqueos auriculoventriculares (AV) avanzados. Estas alteraciones de la conducción, clasificadas como bloqueo AV de segundo grado tipo II (Mobitz II) y bloqueo AV de tercer grado (bloqueo AV completo), pueden provocar síncope, paro cardíaco súbito o incluso la muerte si no se detectan y tratan a tiempo.
A diferencia de los bloqueos AV de primer grado o tipo I, el Mobitz II y el bloqueo AV completo suelen presentarse de forma intermitente y pueden ser asintomáticos hasta que ocurre un episodio crítico, por lo que la detección precoz es esencial.
Bloqueo AV Mobitz II: Caracterizado por la aparición brusca de complejos QRS no conducidos sin prolongación previa del intervalo PR, presenta un alto riesgo de progresar a bloqueo AV completo. La mortalidad sin intervención puede alcanzar el 20-30% en pocos meses.
Bloqueo AV de tercer grado: Disociación completa entre la actividad auricular y ventricular. Los pacientes presentan un riesgo inmediato de síncope y muerte cardíaca súbita si no se tratan con un marcapasos. La mortalidad anual puede superar el 50% en casos no tratados.
La identificación rápida permite intervenciones oportunas como la implantación de marcapasos, ajustes de medicación o el manejo de isquemia o miocardiopatías subyacentes.
Los bloqueos AV, en especial el Mobitz II intermitente, pueden ser difíciles de detectar en electrocardiogramas (ECG) rutinarios. Con frecuencia se requiere un monitoreo continuo o a largo plazo para registrar episodios transitorios:
Los registros ECG cortos estándar pueden pasar por alto bloqueos AV de alto grado intermitentes.
Las plataformas habilitadas con IA pueden analizar de forma continua la conducción latido a latido e identificar patrones de alerta temprana.
Las alertas tempranas permiten a los clínicos programar la implantación de un marcapasos u otras intervenciones antes de que ocurran eventos potencialmente mortales.
- El bloqueo AV Mobitz II representa aproximadamente el 0,5–1% de todas las alteraciones de conducción detectadas en la práctica clínica, pero conlleva un alto riesgo de progresión.
- El bloqueo AV completo tiene una incidencia de alrededor de 1 por cada 10.000 personas al año, con mayor prevalencia en adultos mayores.
- Los estudios muestran que la implantación oportuna de un marcapasos reduce la mortalidad de más del 50% a menos del 10% en el plazo de un año.
En conclusión, los bloqueos AV avanzados se encuentran entre las arritmias más peligrosas debido a su progresión impredecible y al riesgo de muerte súbita. El monitoreo continuo, la detección precoz y la intervención oportuna son fundamentales para prevenir desenlaces catastróficos. Las plataformas de ECG basadas en IA, como la de MEDTL, ofrecen a los clínicos herramientas críticas para identificar en tiempo real trastornos de la conducción de alto riesgo, contribuyendo así a salvar vidas.